Uno de los aspectos que más debates suscita dentro del sector tech es el de los procesos de selección. En esto estamos de acuerdo tanto las personas que llevamos muchos años en el sector como las que estamos empezando: los procesos de selección tech están rotos. Hay tanta complejidad rodeando la búsqueda de trabajo que es normal sentirse abrumada y, muchas veces, completamente perdida, preguntándote si es posible que el problema seas tú. Spoiler: la gran mayoría de las veces tú no eres el problema.
Precisamente porque muchas veces la odisea de buscar trabajo ocurre a puerta cerrada, en este post queremos hablar de la experiencia muy reciente de dos compañeras que pertenecen a dos sectores muy diferentes de la comunidad tech (desarrollo e infraestructura), y que hace poco han tenido que afrontar el caos que supone pasarse semanas y semanas inmersa en diferentes procesos de selección.
Por un lado tenemos a Raquel: empezó como fullstack, ejerciendo incluso de analista funcional y actualmente se está especializando en el ecosistema backend. Después de casi tres años en consultoría era el momento de dar el salto y aunque no lo tenía muy claro, la predilección era backend y si era producto con ambiente internacional, mejor que mejor.
Por otro lado está Tasia: SRE con varios años de experiencia trabajando en empresas internacionales de distintas dimensiones. Ella se encontraba buscando un cambio laboral porque ya no se sentía motivada en su puesto actual. Su búsqueda se centraba en empresas de producto, preferiblemente internacionales para poder comunicarte en inglés en el día a día y donde pudiera encajar en un ambiente diverso e inclusivo como SRE mid-senior.
A pesar de estar en puntos diferentes de nuestras carreras y tener un perfil diferente nos hemos dado cuenta de que la gran mayoría de las cosas con las que nos hemos encontrado durante nuestros larguísimos procesos de selección son las mismas. Aqui te dejamos algunos de esos problemas que nos hemos encontrado y lo que hemos aprendido de ellos.
“Nos hemos decantado por otro perfil que encajaba mejor”… pero todo era positivo.
Recibo Feedback super bueno pero no me seleccionan, ¿por qué?
Llegar a entender que no depende de ti y que no estás haciendo nada mal es difícil, mucho, especialmente cuando los feedbacks son siempre positivos.
Hay muchísimas variables que nada tienen que ver contigo y que tampoco te van a contar, como cambios internos en la empresa, presupuestos congelados, redefinición del rol o simplemente que buscan un tipo de personalidad que encaje con la dinámica del equipo. Y no está mal que tú no seas eso. Encontrar un sitio donde encajes tú, sin tener que moldearte, es clave.
“Me gusta esta oferta, voy a aprender todo lo que piden en dos tardes.”
Hay que prepararse para las entrevistas, sí, pero sé honesta contigo misma y con quien te entreviste. No pretendas tragarte un tutorial de 30h de Docker en dos días, céntrate en dominar lo que ya sabes. A veces automatizamos cosas y es necesario prepararse con antelación para demostrar que realmente conocemos o hemos trabajado con eso.
Si una empresa exige que domines mil cosas para la entrevista, lo más probable es que tampoco tengan expectativas realistas para el rol. Las empresas que verdaderamente valgan la pena se van a fijar más en tu capacidad de solucionar problemas o relacionar conceptos en vez de los conocimientos que tengas de una herramienta específica.
“Esta entrevista ha sido un auténtico desastre, no valgo para esto”
No todas las entrevistas salen bien, y eso no te define.
A veces encajas, a veces no. Habrá entrevistas en las que te sientas fuerte, segura y con la sensación de haber dado en el clavo. Y otras, exactamente para el mismo tipo de rol, en las que salgas convencida de que no tienes ni idea de nada.
Las entrevistas son contextos artificiales, cargados de presión, sesgos y, muchas veces, falta de preparación por parte de quien entrevista.
Además, no siempre buscan a la persona “mejor preparada”, sino la que encaje exactamente con lo que ya tienen dentro: una copia, no un perfil nuevo.
No tienes porqué saberlo todo. Ni demostrarlo todo en una sola entrevista. Y sobre todo: no tienes que encajar en todos los sitios. Solo en los que valga la pena estar.
“Feedback, feedback, feedback. (pero con matices)”
Pide feedback, sí. Pero no lo esperes siempre. Y no lo idealices.
Muchas veces no llega, y cuando llega, es genérico o poco útil. Cuando sí lo recibas, toma lo que te sirva y suelta lo que no. El feedback no es la verdad absoluta. Es solo un punto de vista, condicionado por muchas cosas que no controlas.
“Hola, síndrome de la impostora”
Muchas no lo superamos del todo, pero la experiencia y el bagaje te ayudan a sobrellevarlo. No es una batalla que se gane de una vez, ni algo que desaparezca de repente. Esa voz que te dice que no sabes suficiente o que no estás preparada no siempre tiene razón. Muchas veces responde a dinámicas externas: procesos mal gestionados, expectativas absurdas o entornos que no validan. Hay procesos que pueden llegar a minar la moral de las candidatas.
Con el tiempo, aprendemos a escuchar esa voz con distancia, a celebrar los pequeños avances, a confiar cada vez un poquito más en nuestro criterio y a decirnos con cariño que SÍ somos suficiente.
“¿Saber programar aplicaciones en Java siendo SRE? Claro que sí, guapi”
Hay ofertas que están mal planteadas desde el principio. En un sector como el nuestro, que constantemente está evolucionando y todo tiene que ser “más rápido, más grande, más avanzado” muchas veces las empresas hacen una extensa lista a los Reyes Magos para ver qué pescan. De entrada una oferta que pida cosas que claramente no tienen mucha relación con tu rol o una oferta que intenta saltarse el marco acotado de las competencias de un rol, no es una buena opción para que malgastes tu tiempo en ella.
En este otro post recopilamos red flags que pueden ayudarte a detectar señales de alerta en este tipo de procesos.
Ten siempre muy claro qué estás dispuesta y qué no estás dispuesta a asumir como parte de tus responsabilidades técnicas.
“Hay tantos tipos de pruebas como de procesos de selección. Las empresas siempre parten con ventaja pero está en tu mano darle la vuelta a eso.”
Live coding, tests orales o tipo examen, algoritmia, pair programming, desarrollar una app en 7 días… Hay mil tipos de pruebas técnicas y la mayoría no miden bien lo que sabes. Algunas son excesivas, otras están mal planteadas, muchas son poco realistas.
Volvemos a repetirlo: no tienes que saberlo todo. A veces simplemente buscan ver en qué nivel de conocimientos básicos te mueves, y otras… claramente buscan unicornios.
“Eres humana, aunque a veces las empresas no quieran saberlo”
Las entrevistas están llenas de tensión. Y muchas veces parecen diseñadas para que escondas todo lo que te hace humana: los nervios, la inseguridad, el no saberlo todo. Muchas veces llevamos varios procesos de selección, de 5, 6 o incluso 7 entrevistas cada uno y eso hace mella. Una buena empresa será consciente de que no puedes hacer todas las entrevistas al 100%, sabrá lidiar con el síndrome de impostora y entender que lo mejor tu “sé un poco de Python”, seguramente es un “sé Python” de una persona más segura… pero debes entender que no todas las empresas son así y también ser más amable contigo misma.
Buscar trabajo en tech puede ser una carrera de fondo llena de obstáculos invisibles. No estás sola si te sientes agotada, frustrada o perdida. Hay muchos procesos de selección rotos y sistemas mal planteados.
Este artículo no pretende darte soluciones mágicas, pero sí acompañarte un poco si estás pasando por eso. Si algo de lo que hemos contado te resuena: estamos en el mismo barco. Por eso te animamos a buscar apoyo en comunidades tech que defiendan la diversidad, estamos convencidas de que allí encontrarás consejos y la perspectiva que necesitas.
Sobre todo recuerda que cuando estás buscando trabajo activamente hay muchos factores que están en juego y la suerte es una de ellas. Te puedes apoyar en gente que sabe más del tema y prepararte bien para las entrevistas pero será cuestión de tiempo tener esa oportunidad que buscas.
A veces esa oportunidad llega antes y otras, se hace esperar. Afrontar procesos de selección tech con más perspectiva, autoconocimiento y apoyo mutuo es una forma de navegar mejor un sistema que aún tiene mucho por mejorar.
En cualquier caso, estamos convencidas de que si te tomas en serio tu evolución profesional, “haces los deberes” en cuanto a cómo te presentas ante las empresas y consigues vencer tus miedos participando en el mayor número de procesos de selección posible para ir aprendiendo de ellos… encontrarás esa oportunidad que tanto te mereces!