Soy desarrolladora Front-end en una startup desde hace dos años, aunque cuento con seis años de experiencia en total. Actualmente, formo parte de un equipo técnico compuesto por cinco personas, incluyendo tanto Back-ends como Front-ends.
Cada día, lo primero que hago es revisar los correos electrónicos para verificar si ha surgido algo importante, y luego consulto los mensajes en Slack para estar al tanto de lo que ha ocurrido mientras no estaba. En mi empresa, no todos compartimos el mismo horario exacto, por lo que, si alguien ha terminado su jornada mientras otra persona sigue trabajando, puede informarle de forma asíncrona a través de Slack.
Después, reviso Jira para identificar si hay bugs o tareas de prioridad inmediata, a las que llamamos «fuegos». Si existe algún «fuego», le doy prioridad. Una vez resueltos, compruebo si alguno de mis compañeros ha dejado una Pull Request pendiente de revisión, lo que me permite evitar que se quede bloqueado si sus siguientes tareas dependen de la que está en espera.
Cuando no tengo bugs ni código por revisar, consulto en Jira lo que estaba haciendo el día anterior. Si dejé algo pendiente, me pongo a terminarlo; de lo contrario, reviso la lista de tareas y tomo la primera que esté disponible. Al finalizar una tarea, hago una Pull Request para que uno de mis compañeros revise el código y sugiera mejoras o correcciones, si es necesario.
En nuestra empresa, cada vez que vamos a lanzar una nueva feature, nos reunimos para discutirla. Luego, una persona se encarga de analizar en profundidad lo que se debe hacer, dividirlo en tareas, puntuarlas y organizar el orden de ejecución. El objetivo de esta metodología es maximizar la paralelización, permitiendo que dos personas trabajen en diferentes partes de la misma feature simultáneamente y evitando que alguien se quede bloqueado esperando a que otra tarea se complete.
En ocasiones, hemos tenido becarios de formación profesional (FP), y en esos casos mantengo una comunicación cercana y continua con ellos. Les asigno tareas, las reviso y, si se atascan, programamos una llamada para resolver dudas. En ocasiones, es la primera vez que hacen ciertas cosas, por lo que practicamos pair-programming para que puedan aprender y adoptar la filosofía de la empresa. Si llevan mucho tiempo sin saber cómo proceder, lo revisamos juntos para encontrar una solución.
Lo que más valoro de mi trabajo es que todo el equipo trabaja en la misma dirección, con un objetivo claro y bien definido. Además, no olvidamos que somos humanos y que cometer errores es parte del proceso, pero sabemos que, trabajando en equipo, estos se solucionan con facilidad.